Peugeot comenzó en 1810 como una manufactura de herramientas y bicicletas, diversificándose en la producción de automóviles a finales del siglo XIX. En 1889, Armand Peugeot presentó el primer automóvil de la marca, un triciclo a vapor, marcando el inicio de una tradición de innovación tecnológica.
Desde la creación de su primer motor de combustión interna en 1890 hasta la introducción de vehículos eléctricos y autónomos en el siglo XXI, Peugeot ha demostrado una capacidad constante para adaptarse y liderar cambios tecnológicos en la industria automotriz.
A finales de la década de 1940, Emile Peugeot quiso identificar la marca PEUGEOT creando un logotipo. En ese momento, muchas personas no sabían leer ni escribir, por lo que un logotipo permitía reconocer una marca de un vistazo. Por lo tanto, le pidió a un orfebre de Montbéliard, Justin Blazer, que creara un emblema. El orfebre se inspiró en las cualidades del producto estrella de PEUGEOT en ese momento: la sierra. Velocidad, flexibilidad y mordida: es el león la figura emblemática de la marca. El animal se coloca sobre una flecha que simboliza la velocidad de corte de la sierra.
Hoy, el emblema del León de PEUGEOT es reconocido en todo el mundo y está asociado a los valores de la Marca: Encanto, Excelencia y Emoción. Simboliza la historia y la tradición de la empresa, así como su compromiso con la calidad y la innovación.
A lo largo de su historia, la marca ha demostrado un compromiso inquebrantable con la calidad, la innovación y la satisfacción del cliente. Mirando hacia el futuro; Peugeot continúa su camino de excelencia, adaptándose a los cambios tecnológicos y manteniéndose fiel a los valores que la han convertido en un referente de la industria automotriz.